Transmisión por cadena y rueda
Cuando se requiere una transmisión precisa entre dos ejes y estos se encuentran distanciados, observaremos que se emplean cadenas, las cuales irán acompañadas de sus respectivas ruedas. Se utilizan para distancias medias, donde resultaría costoso y complicado emplear engranajes. Esta transmisión se realiza entre dos ejes paralelos, de forma constante y precisa.
Las cadenas son necesarias en muchas aplicaciones, ya que la presencia de aceites o elementos corrosivos...
Tipos y dimensiones de cadenas y ruedas
Las cadenas suelen realizarse en aceros de gran calidad.
– Cadenas de eslabones redondos:
Es conocida como cadena común. Están realizadas mediante redondos conformados, las cuales se entrelazan entre sí y se sueldan en un punto de unión. Podemos encontrarlas como elementos de sustentación, aunque también se emplean en sistemas de elevación de cargas, como los polipastos.
– Cadenas de Rodillos (Renold):
Quizás sea de las más empleadas, se suele utilizar para transmitir movimiento entre ejes que se encuentran distanciados. Estas cadenas las encontramos en las distribuciones de muchos vehículos, en carretillas elevadoras, máquinas de imprenta y maquinaria en general.
Para transmitir potencias pequeñas se empleará una cadena con una hilera de rodillos. A medida que se incrementa la fuerza se pueden utilizar dos o tres hileras de rodillos.
Montaje y desmontaje:
Hay un eslabón de conexión en las cadenas, mediante el cual se puede romper su continuidad, facilitando enormemente el montaje. Estas conexiones desmontables pueden tener varias constituciones.
– Cadenas Galle:
Se emplean para soportar elevadas cargas cuando la velocidad de funcionamiento es pequeña. Está formada por placas, ejes y arandelas.
– Cadenas de bloques:
Son capaces de transmitir potencias de hasta 100cv. Están constituidas por unos eslabones macizos, los cuales se unen mediante ejes a placas laterales.
– Cadenas silenciosas:
Se emplean cuando se hace necesaria una transmisión de movimiento constante y silenciosa. Esta cadena está formada por: mallas, ejes, bujes y arandelas.
Particularidades de la transmisión por cadena:
Debemos tener presente la distancia entre centros. Se pueden considerar como longitudes normales las distancias comprendidas entre 30 y 80 pasos de la cadena. Si nos fijásemos en el piñón, el número de dientes que estarán en contacto con la cadena, deberían ser como mínimo 7.
Transmisión con correas y poleas:
Es una transmisión muy común en casi todas las máquinas y sectores industriales. Lo más común es que se realice entre ejes paralelos. Este sistema se forma por un elemento elástico llamado correa, el cual se asienta sobre otro que recibe el nombre de polea.
Para transmitir el movimiento entre dos ejes son necesarias dos poleas unidas mediante una correa. Entre ambos ejes se establecen unas fuerzas de rozamiento que son las causantes del giro de las poleas y el movimiento de la correa. Una variación de este sistema son las correas dentadas.
La transmisión solo será posible cuando la fuerza a transmitir sea inferior a estas fuerzas de rozamiento. De lo contrario, la correa patinaría. El valor del coeficiente de rozamiento dependerá básicamente del material, de las dimensiones y de la forma de la correa.
Alguna de las principales características de este sistema son: su constitución sencilla, su funcionamiento suave y silencioso.
Podemos encontrar tres tipos de transmisiones:
– Por correa plana:
Se puede definir como un elemento de poco espesor y gran anchura, compuesto por varias capas de materiales que proporcionan las características óptimas de trabajo.
Cuando tenemos la correa abierta, las dos poleas giran en el mismo sentido. Por el contrario, cuando la colocación es cruzada se obtienen sentidos de rotación inversos entre la polea conductora y la conducida.
– Por correa trapecial:
Es el sistema más empleado en las transmisiones por correas. Entre muchas de sus aplicaciones podemos encontrarlas en la transmisión inicial de gran cantidad de maquinaria, ya que tienen la función de fusible mecánico, es decir, ante un bloqueo de algún componente de la máquina, la correa patinaría impidiendo daños mayores en los mecanismos.
La correa presenta una sección transversal en forma de trapecio isósceles, que se ajusta perfectamente a las gargantas practicadas en la polea. El apoyo entre la correa y la polea solo se efectuará por sus caras laterales.
Presenta la ventaja de poder utilizar varias correas en una misma transmisión, logrando aumentar la capacidad de potencia transmitida. Estas correas solo se pueden colocarse de forma abierta, lo que genera una rotación idéntica de las poleas que se encuentran unidas por la correa. No existe la posibilidad de cruzarlas.
– Por correa dentada:
Combina la flexibilidad de las correas con la exactitud de movimiento de los engranajes ya que, debido a los dientes de los que van provistos, se evita el deslizamiento. Su principio de funcionamiento sustituye el rozamiento de una superficie por el empuje de los dientes. Además, tiene la ventaja de ocupar un espacio reducido.
Poleas:
Son órganos indispensables en este tipo de transmisión. Van caladas en los árboles y giran solidariamente con ellos, transmitiendo el movimiento. El material habitual para cargas pequeñas es el aluminio o el plástico, cuando se requieran mayores potencias es aconsejable utilizar poleas de acero o de fundición.
Podríamos definir tres partes fundamentales de las poleas:
- La llanta: es la zona exterior de la polea y se adapta a la forma de la correa que alberga. Suele tener una forma ligeramente abombada de manera que asegure el centrado de la correa facilitando el autocentrado de la correa.
Todas las superficies que estén en contacto con cualquier tipo de correa tendrán un buen acabado superficial. De lo contrario producirán desgastes prematuros que perjudicarán la vida de las correas.
- El cuerpo: las poleas estarán formadas por una polea maciza cuando sean de pequeño tamaño. Cuando sus dimensiones aumenten, irán provistas de nervios o brazos que generen la polea, uniendo el cubo con la llanta.
- El cubo: es el agujero cónico o cilíndrico que sirve para acoplar al eje. En la actualidad se emplean mucho los acoplamientos cónicos en las poleas, ya que resulta muy cómodo su montaje y los resultados de funcionamiento son excelentes.