Tipos de Condensadores: Refrigeración por Aire, Agua y Evaporativos

Condensadores Enfriados por Aire

Los condensadores enfriados por aire se dividen en dos categorías principales:

  • Condensadores refrigerados por aire en convección natural: En este tipo de condensadores, el movimiento del aire se produce por la diferencia de densidad que se genera al entrar en contacto con la superficie caliente de los tubos del condensador. Por estos tubos circula el fluido frigorígeno a alta temperatura. Debido al bajo caudal de aire, se necesita una gran superficie de intercambio. Este sistema está en desuso en instalaciones industriales por su limitada capacidad, utilizándose principalmente en aplicaciones de pequeño tamaño, como en frigoríficos domésticos. Suelen ser de superficie plana o de tubería con aletas.
  • Condensadores refrigerados por aire en convección forzada: En estos condensadores, el aire circula impulsado por uno o varios ventiladores que lo dirigen hacia la superficie del condensador. Este método es adecuado cuando no se dispone de suficiente agua o de la calidad necesaria para la refrigeración. Se garantiza un buen aprovechamiento de la superficie de intercambio, pero es crucial mantenerlos limpios, ya que el polvo acumulado puede actuar como aislante térmico, reduciendo la eficiencia. Los condensadores de gran capacidad se instalan lejos del compresor, en lugares que permitan una buena entrada de aire del exterior. Se dividen en dos grupos según su ubicación:
    • Montados en un chasis junto con el compresor (unidad condensadora).
    • Remotos.

Condensadores Enfriados por Agua

Estos condensadores constan de uno o varios serpentines por los que circula el vapor del fluido frigorígeno, sumergidos en agua. El intercambio térmico se produce entre el fluido frigorígeno y el agua a través de la superficie de los tubos. Son recomendables para instalaciones en locales con temperaturas ambientales superiores a 30°C o en lugares con mucho polvo donde no se pueden instalar condensadores enfriados por aire.

Existen varios tipos:

  • Condensador enfriado por agua de doble tubo: Consiste en dos tubos concéntricos. Por el tubo de menor diámetro circula el agua de refrigeración, mientras que por el espacio anular intermedio circula el vapor del fluido frigorígeno. Es un intercambiador de un solo tubo y carcasa, actualmente en desuso. Además del enfriamiento por agua, se produce un cierto enfriamiento del refrigerante a través del tubo exterior. La limpieza se realiza mediante la circulación de productos químicos. La superficie del lado del fluido frigorígeno suele tener aletas para mejorar la transmisión de calor, especialmente cuando se usan refrigerantes halogenados.
  • Condensador de carcasa y serpentín: Está formado por uno o varios serpentines de tubo desnudo o aleteado por los que circula el agua, y una carcasa de acero por la que circula el fluido frigorígeno. Se recomiendan en instalaciones con temperaturas ambientales superiores a 30°C o en lugares con mucho polvo. La carcasa es de chapa de acero y el serpentín de cobre. Incluyen una válvula de nivel, racores de entrada y salida de agua, tapón fusible y válvula de seguridad. Se utilizan solo para pequeñas capacidades y se limpian con productos químicos.
  • Condensador de carcasa y tubos: Consiste en una carcasa cilíndrica de acero que contiene haces de tubos rectos, paralelos, mandrinados y ajustados herméticamente a unas pletinas o discos soldados a los extremos de la carcasa.

Condensadores Evaporativos

Estos condensadores utilizan simultáneamente agua y aire como medios de condensación. Se componen de un serpentín por el que circula el fluido frigorígeno, un ventilador con su motor, boquillas de pulverización, sistemas de distribución de agua, tanque, bomba de circulación del agua y carcasa.

  • Condensadores de lluvia: También conocidos como condensadores de aspersión o evaporativos abiertos. Consisten en una o varias filas de tubos por los que circula el fluido frigorígeno. El agua es impulsada por una bomba desde el tanque hasta las boquillas, donde se pulveriza sobre los tubos, evaporándose en contacto con el aire y cayendo la no evaporada al tanque. El fluido frigorígeno cede calor para la evaporación del agua y, en menor medida, para calentar el aire. El agua no se calienta porque una pequeña parte se evapora continuamente, tomando el calor necesario de la propia agua. El vapor de agua se elimina con el aire que sopla sobre el condensador. El agua se recoge en una bandeja y se recircula. El serpentín suele ser de tubo desnudo para facilitar la limpieza del sarro.
  • Condensadores en evaporación forzada: Similares a los anteriores, pero con ventiladores que fuerzan la circulación del aire, permitiendo una mejor evacuación del calor.

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