1. Justificación: La lateralización es crucial en el desarrollo motor de los niños, ya que les ayuda a comprender su propio cuerpo en relación con el espacio que les rodea. Siguiendo a Berruelo (1990), podríamos resumirla como la preferencia de cada persona de utilizar una parte del cuerpo respecto a la otra. Fortalecer la lateralidad en la infancia favorece la coordinación y el equilibrio, lo que a su vez promueve un desarrollo motor más completo y una mayor habilidad en las actividades cotidianas y deportivas. Además, posee algunos elementos transversales que ayudarán a su desarrollo en otras materias, como en lengua (diferenciar entre p, d, b y q) o la lecto-escritura (izquierda a derecha).
2. Objetivos:
   • Fomentar la comprensión de la lateralidad en relación con el cuerpo.
   • Mejorar la coordinación y el equilibrio en actividades que requieran movimientos laterales.
   • Promover la conciencia espacial y la orientación durante la actividad física.
3. Contenidos de aprendizaje: Con esta sesión buscaremos ayudar a desarrollar y conocer la lateralidad de nuestro alumnado (lateralidad homogénea diestra, homogénea zurda o cruzada), así como promover la fase de automatización en la que se encuentra el alumnado (7-8 años al tratarse de 2º de primaria).
4. Criterios de evaluación o indicadores de logro:
   • El alumnado sabe diferenciar entre derecha e izquierda tanto en los miembros inferiores como en los superiores.
   • Reconoce las partes de su cuerpo y las de los demás.
   • Demuestra comprensión y conciencia espacial durante la sesión.
5. Sesión:

   Momento de encuentro o calentamiento:

   Realizaremos un pequeño calentamiento donde el alumnado vaya moviéndose libremente por el espacio, trabajando la movilidad articular, desplazamientos y coordinaciones junto con una pelota de tenis, que deberán ir votando con la mano derecha o izquierda según diga el profesor. (4’) Seguiremos con un pequeño juego, en el que el alumnado deberá hacer lo contrario a las órdenes del profesor: si este dice “andar a la pata coja sobre la pierna izquierda”, el alumnado deberá andar a la pata coja sobre la pierna derecha. (6’)

   Momento de actividad motriz o parte principal:

   1. ¡Despeje! (2 rondas de 5’ cada una):

      Dividiremos la clase en dos grupos y jugaremos dentro de la pista de baloncesto o fútbol sala. Cada equipo contará con un total de 10 balones en cada campo. Los alumnos deberán despejar los balones al equipo contrario, ganando cada ronda el equipo que tenga menos balones en su campo en el momento de terminar la ronda. La primera ronda será libre, dejando así al alumnado lanzar o recepcionar de la manera que ellos consideren o les salga natural. En la segunda ronda, iremos añadiendo consignas del tipo: “lanzar con la mano derecha o izquierda”, “lanzar con las dos manos”, “golpear con pierna derecha o izquierda”.

   2. Vagones (diferentes rondas en total unos 10’)

      Siguiendo con los grupos creados en el juego anterior, colocaremos a cada uno de los grupos en línea y cada grupo constará con un balón. El alumnado deberá ir pasándose el balón entre compañeros según lo que proponga el profesor (por arriba, abajo, lado derecho, lado izquierdo, debajo de las piernas, etc.). En la última ronda añadiremos el concepto de relevos, de tal forma que el último alumno de cada grupo cuando recoja el balón deberá colocarse primero y volver a pasar el balón hacia atrás.

   3. Relevos (2 rondas, alrededor de 10’)

      Dividiremos el gran grupo en equipos de 5-6 personas. Cada grupo dispondrá delante de un circuito realizado con un banco sueco, aros y picas, por los que deberán pasar por encima del banco, saltar de aro a aro y zigzaguear entre las picas. En la primera ronda lo harán de forma libre, en la segunda ronda deberán hacerlo todos según la consigna del profesor (pasar por encima del banco de manera lateral hacia la derecha o izquierda), saltar entre los aros a la pata coja sobre la pierna derecha, etc.

   Momento de vuelta a la calma o despedida:

   Tumbaremos al gran grupo en el suelo, pondremos música relajante y trabajaremos ejercicios de respiración profunda y relajación en el suelo, iremos sintiendo cómo estiramos cada una de las partes del cuerpo (brazo izquierdo, pierna derecha, etc.). Finalmente, realizaremos unos estiramientos de manera individual, prestando atención a identificar cada parte del cuerpo.

Aportaciones más relevantes de la psicomotricidad a la educación:

1. Contribuye decisivamente al desarrollo integral del niño.
2. Permite estimulación temprana.
3. Contribuye a corregir disfunciones (dislexia, dislalia…).
4. Psicomotricidad es básica en la construcción del pensamiento.
5. Facilita en los primeros momentos de escolarización la adaptación del niño.
6. Fomenta relaciones grupales, socialización, convivencia, valores…
7. Favorece desarrollo global del niño.
8. Presenta muchas posibilidades para con el alumnado con NEE (discapacidad física, sensorial, psíquica…).
9. Permite vivir en la escuela el cuerpo como un todo integrado.

PRINCIPIOS EDUCATIVOS, PEDAGÓGICOS Y METODOLÓGICOS (Delgado, 1993; Díaz, 1999)

1. Variedad: presentación de estímulos variados que permitan la exploración, la experimentación y el enriquecimiento.
2. Competencia motriz: el objetivo de la TM es alcanzar una mejora en la propia competencia motriz.
3. Significación: las TM han de ser significativas para los alumnos, esto es, relacionarse con los aprendizajes anteriores, con sus motivaciones y con su competencia cognitiva y motora.
4. Participación: el diseño de las TM deben permitir al niño participar al máximo en ellas, para disponer de un tiempo suficiente de práctica e interacción.
5. Actividad: las TM deben propiciar la máxima actividad e implicación posibles del educando.
6. Indagación-apertura: utilización de la indagación, el descubrimiento, la resolución de problemas y de situaciones abiertas en la práctica de TM.
7. Aprendizaje de modelos: las TM deben proporcionar modelos básicos, a partir de los cuales poder afrontar situaciones posteriores de resolución de problemas en un grado básico de operatividad.
8. Progresión y reto: el planteamiento de retos de dificultad progresiva en la realización de TM provoca desequilibrio y disonancia cognitiva y motriz que influye en la situación de aprendizaje.
9. Comprensividad y polivalencia: las TM deben hacer comprensibles los aprendizajes, proponiendo actividades que integren diferentes capacidades y que resulten útiles y funcionales en gran variedad de situaciones.

Dispraxias y apraxias: Son las alteraciones de la organización espacio-temporal y de la construcción del esquema corporal que suponen incapacidad del niño para realizar movimientos o tareas previamente aprendidas, aunque sus músculos y sentidos funcionen apropiadamente. El origen de todas las dispraxias está en las alteraciones en la estructuración rítmica espacio-temporal.

Diferencia entre apraxia y dispraxia: radica en la GRAVEDAD del trastorno.

DISPRAXIA: Supone dificultad en la construcción del acto motor (Cobos, 2007). Supone incapacidad para realizar gestos sencillos encadenados y repetir secuencias rítmicas (Cobos, 2007).

APRAXIA: Es la falta o pérdida del automatismo motor.

Tipos de Apraxias:

• Bucofacial: no puede o tiene dificultades en la organización de los movimientos de la cara.
• Ideatoria: no puede realizar acciones compuestas en orden correcto (calcetines -> zapatos).
• Ideomotora: no relaciona objetos con sus acciones (cepillo de dientes podría tratar de peinarse).