El Juego y su Importancia en el Desarrollo Infantil

Introducción

Antiguamente, el juego era de carácter físico. Muchos juegos tradicionales han sido sustituidos por actividades más sedentarias (videojuegos, móviles, etc.). Ahora necesitamos recuperar y promover el juego con actividades físicas para ofrecer una alternativa de ocio. El desarrollo social y tecnológico ha cambiado la sociedad y los hábitos de los jóvenes.

Definición y Funciones del Juego

Juego (Muizinga): El juego es una acción libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales, según reglas obligatorias aunque libremente aceptadas. Son acciones que tienen fin en sí mismas y van acompañadas de un sentimiento de tensión y alegría, y de la conciencia de ser «de otro modo diferente a la vida corriente».

Funciones del juego:

Estética-expresiva: Juego y movimiento como expresión a través del cuerpo.
Comunicación-relación: Favorece la socialización e integración del jugador.
Conservación y mejora de la salud: Mejora el estado físico y la salud de la persona en todos los niveles (físico y psicológico).
Catártica: Juego como medio para liberar tensiones.
Hedonística: El individuo se divierte ejecutando movimientos y actividades, poniendo a prueba sus recursos corporales.
Compensación: A través del juego y el movimiento, se compensan desequilibrios en lo físico, psicológico y social.

Características del Juego

Es voluntario y libre.
Es espontáneo.
Es placentero, ya que el niño se divierte jugando.
Es primario y único, ya que aparece por cierta necesidad y muchos de los juegos son irrepetibles.
Es esencial para el correcto desarrollo de la personalidad del niño.
Tiene una finalidad en sí mismo.
Incluye diferentes grados de reglamentación.
Puede incluir también aspectos competitivos.
Está relacionado con la incertidumbre del proceso del juego, elemento que genera mayor grado de disfrute y entretenimiento.
Desarrolla la inteligencia, siendo clave en el desarrollo infantil a nivel físico, psicológico y social.
Exige la participación activa del jugador.
El movimiento es fundamental para la educación física.
En definitiva, es la base del desarrollo del niño, pues como afirma la UNESCO, el juego ayuda al crecimiento y mielinización del cerebro.

El Juego en la Edad Adulta

En la edad adulta, la mayoría de estas características se pierden debido al carácter de actividad primaria del juego infantil. De la misma forma, deja de ser esencial y se convierte en algo asociado a la recreación y la distracción.

Etapas Lúdicas

Ludoegocentrismo (hasta 6 años): Los juegos son sencillos, no tienen muchas reglas y, sobre todo, tienen un carácter individual.
Coordinación y cooperación lúdica (6-12 años): Empiezan a aparecer reglas y se empieza a jugar en colaboración con más gente. Se empieza a enseñar la táctica y la estrategia de los juegos y deportes.
Establecimiento y desarrollo ludomotor (+12 años): Los niños están en plenas condiciones de aceptar cualquier regla asociada al juego, asumiendo perfectamente los conceptos de cooperación y comunicación motriz.

Jean Piaget y el Juego

Finalidad del juego: Adaptación del niño a la sociedad. Todos los actos del pensamiento, que orientan nuestra conducta, obedecen a un intento de adaptación del ser al medio que le rodea. Piaget lo llamaría conducta adaptada.

Piaget afirma que el niño necesita jugar porque es la única forma que tiene para poder interaccionar con la realidad que le desborda.

Piaget describió el desarrollo intelectual y lo dividió en cuatro etapas:

(0-2 años Sensoriomotor): Juegos funcionales o de construcción.
(2-6 años Preoperacional): Aparece el juego simbólico, permaneciendo el juego de construcción.
(6-12 años Operacional concreto): Se incluye poco a poco el juego reglado.
(+12 años Operacional formal): Se asumen las reglas de los juegos y sus elementos comunicativos.

Guy Jacquin y el Juego

Juegos de proeza (3-5 años): Juegos físicos, solitarios y simples debido al egocentrismo típico de la edad. El juego surge por la anteposición de un obstáculo y el placer que genera superarlo (gatear).
Juegos de imitación exacta (5-6 años): Imitar al adulto, por su afán de representar todos los detalles. Etapa de estabilidad y desarrollo de los aspectos de imitación.
Juegos de imaginación (7-8 años): Se ponen a imitar aviones, animales… lo contrario que hacen los padres.
Aparición social (7-9 años): Se empieza a jugar con el fin de que, cooperando, se llegue a la victoria.
Interés por el juego de los mayores (9-11 años): El niño busca jugar a lo que juegan los mayores, aunque sea un papel secundario.
Juegos colectivos de cooperación (11 años): Juegan a juegos cooperativos y en equipo. Edad perfecta para los juegos de equipo.
Juegos de evasión (13-14 años): Preadolescencia y adolescencia. Cada individuo cambia y le surgen necesidades diferentes. Se juega al aire libre (a día de hoy, internet).
Etapa de equilibrio (14-15 años): Se empieza a introducir en la sociedad. El individuo deja, en muchos casos, el juego como algo secundario.