Guía Completa de Etiquetado, Embalaje y Expedición de Botellas de Vino

El Etiquetado en la Industria del Vino

La etiqueta, junto con la cápsula, es fundamental en la presentación de una botella de vino. Existen varios tipos de etiquetas:

  • Collarines: Se colocan en la parte superior de la botella, comunes en botellas tipo Rhin y Borgoña.
  • Contraetiquetas: Ubicadas en la parte trasera, suelen incluir información sobre la Denominación de Origen, bodega y características del vino.
  • Etiqueta principal: Situada en el frontal, muestra la marca y es el elemento principal de identificación.
  • Etiquetas adicionales: Pequeñas etiquetas con menciones especiales o colgantes.

Todas las etiquetas deben cumplir con la legislación vigente. Generalmente, se fabrican en papel, aunque en ocasiones se usa plástico. La elección del gramaje del papel es crucial para el correcto funcionamiento de las máquinas etiquetadoras. Para producciones pequeñas, se prefiere el autoadhesivo, mientras que para grandes volúmenes, la cola resulta más económica.

La forma de las etiquetas varía según la botella. El diseño debe considerar la colocación y el proceso de etiquetado, especialmente si es automático. La selección de la maquinaria depende del tamaño de la empresa y el rendimiento deseado, existiendo opciones semiautomáticas y automáticas, tanto de cola como adhesivas.

Las máquinas de cola requieren mayor mantenimiento, principalmente de limpieza, mientras que las adhesivas son más sencillas de mantener. Sin embargo, las etiquetas adhesivas son más costosas, lo que hace que para grandes producciones se prefiera el etiquetado con cola. Tanto la cola como el adhesivo deben ser adecuados para el tipo de papel, la temperatura de embotellado y la humedad ambiental.

En algunos casos, se forran las botellas con papel fino para proteger las etiquetas, aunque este proceso es manual y costoso.

Embalaje de Botellas de Vino

El embalaje debe ser funcional, atractivo y adecuado para el almacenamiento y la comercialización. Se distingue entre embalaje con y sin retorno. El embalaje plástico se usa para botellas retornables, mientras que el cartón o la madera se emplean para las no retornables. Actualmente, se prefiere el embalaje no retornable, reservando el retornable para vinos de menor precio.

El embalaje sin retorno suele ser de cartón ondulado, que ofrece mayor protección que el cartón macizo. Los cartonajes pueden tener diversas formas y sirven tanto para proteger como para promocionar el producto.

La forma de la botella influye en la velocidad de las máquinas embaladoras. El centro de gravedad de la botella y el embalaje no debe ser demasiado alto. Las botellas bajas y los embalajes con base ancha son más ventajosos.

El embalaje debe ser resistente para proteger las botellas, especialmente las aligeradas. También debe evitar la fricción entre botellas, que puede dañar las etiquetas o causar roturas. Para ello, se utilizan separadores.

Equipado y Preparación para la Expedición

Los embalajes sin retorno pueden ser preembalajes, como el bridge-pack o el tray, complementados con láminas arrugables. Además de las cajas plegables, se utiliza cada vez más el Meypack o embalaje “wrap-around”.

Según la Seitz-Information 37/1974, la mecanización del embalado final es rentable a partir de 3000 botellas por hora.

Las botellas pueden embalarse con las cabezas al mismo nivel o en posición alternada para ahorrar espacio. La etiqueta debe quedar protegida durante el embalaje.

Dentro del embalaje, las botellas pueden estar juntas o separadas. La separación se logra mediante el reborde del fondo de ciertas botellas, piezas preformadas de Styropor o divisiones plegables en la caja.

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