Optimización de Memoria en Dispositivos Android: Soluciones Efectivas

Los smartphones y tablets Android no sufren de Alzheimer, pero aun así pueden tener problemas de memoria. La clásica respuesta de todas aquellas personas a las que les dices esto es: “Pero si tengo una tarjeta de 16 GB y casi no hay nada en ella”. Bueno, eso puede ser cierto, pero es que el problema no reside en la tarjeta de memoria, sino en la memoria interna del teléfono.

¿Qué es la Memoria Interna del Teléfono?

Probablemente creas que sabes lo que es la memoria interna del smartphone, y es posible que así sea, pero debes tener en cuenta que algunos smartphones cuentan con una memoria interna que no es la memoria del teléfono. Se denomina interna porque está dentro del smartphone y no la puedes quitar, y porque tampoco es una memoria externa en forma de tarjeta microSD, pero esa no es la memoria del teléfono. Normalmente, una parte de esta memoria es la destinada a ser memoria del teléfono. Pongamos como ejemplo que compras un smartphone con una memoria de 8 GB. En primer lugar, nunca serán 8 GB reales. Pero si vas a Ajustes > Almacenamiento, verás que te venden el smartphone con memoria de 8 GB, pero en realidad solo tiene una o dos gigas de memoria del teléfono.

La Memoria del Teléfono no es la Memoria RAM

No creas que la memoria del teléfono de la que hablamos es la memoria RAM. Eso no es así, es una memoria diferente, en la que se instalan los archivos imprescindibles. Cada vez que instalas una aplicación, aunque esta la instales en la memoria SD, gracias a una opción que hay para ello, seguirá ocupando cierto espacio en la memoria del teléfono.

Un Problema de Memoria

Todo se centra en un único elemento, la memoria. Da igual que tengas el procesador más rápido del mundo, al final uno depende de una memoria con la que tiene que funcionar, que es la que lo almacena todo. Dicho de alguna manera, no importa que el motor sea el más potente del mundo si resulta que las ruedas, físicamente, no pueden rodar más rápido. Pero en este caso, el problema está en lo llena que esta la memoria, que a su vez también hace que la velocidad de lectura sea menor. Si habéis tenido alguna vez problemas de memoria en vuestro ordenador, habréis detectado que os informará de que no puede funcionar con menos de 200 MB. Necesita esa cantidad de memoria para funcionar, o en algunos casos puede que más. Si no tiene esa memoria, no funciona bien. Aunque se nos diga que tiene una memoria de 16 GB, tiene que tener libres una determinada cantidad para funcionar bien, no hay más.

Manejo de Memoria en Android

Como muchos de ustedes habrán notado, Android no es muy inteligente a la hora de «matar» procesos (y tristemente, muchas aplicaciones no tienen un botón de Cerrar). Sin embargo, tampoco todo es culpa de Android, el sistema gestiona la memoria de esa forma por una buena causa: mantener la aplicación en una memoria reservada, de tal manera que la próxima vez que el usuario la ejecute, ésta inicie inmediatamente. El problema es que muchos de nosotros queremos tener el control total de las aplicaciones que están «robándonos» energía y memoria, por lo que se hace necesario ayudar un poco al sistema. Así, aprenderemos a optimizar el uso de memoria al máximo sin requerir aplicaciones de terceros para matar procesos de manera forzada (denominadas Task Killers).

Almacenamiento y Memoria Interna: Diferencias Clave

Es común que los fabricantes de smartphones y tablets afirmen que su teléfono inteligente o su tablet tiene una memoria determinada, y luego la memoria sea inferior a esta porque ha sido ocupada por el software del fabricante. Eso es así, pero no vamos a hablar de ello, sino de algo que hace que la memoria útil sea todavía inferior a esa, la diferencia entre el almacenamiento interno, y la memoria interna.

Y es que, el smartphone que compremos puede no solo contar con una capacidad inferior a la capacidad oficial, sino que puede que la memoria principal sea muy inferior a la capacidad oficial. Y vamos a explicarlo con un ejemplo. El Motorola Moto G del año 2013, la versión con una memoria de 8 GB, solo dejaba disponibles para el usuario 5,52 GB. Este es el primer caso, la memoria oficial es superior a la memoria que está disponible. Utilizaremos de nuevo el ejemplo del Motorola Moto G, aunque con una situación irreal. Supongamos que el Motorola Moto G de 8 GB cuenta con dos unidades de memoria, dos de 4 GB. Una de estas unidades de memoria actúa como memoria principal, y en esta se instala el sistema operativo y el software. Al final, en la memoria principal, quedarían únicamente 1,52 GB libres, mientras que en la otra memoria, que estaría vacía, quedarían 4 GB. Hay que decir que este no es el caso del Motorola Moto G, aunque lo hemos explicado así para que se entienda mejor. ¿Cuál es el problema? Pues que en la segunda memoria no se pueden instalar aplicaciones. De manera que el espacio útil para la instalación de apps no es que sea inferior a los 8 GB, sino que tan solo es de 1,52 GB. En muchos smartphones, aunque pone que su memoria es de 8 GB, nos encontramos con la memoria principal, denominada Almacenamiento interno, y con otra memoria denominada Memoria Flash, o Memoria Externa. Viene ya instalada en el smartphone, pero su función es como la de una memoria externa, dado que no se pueden instalar apps. Esto solo lo podemos saber cuando compramos el smartphone, o si alguien que lo tenga nos lo dice, quizás en un foro.

Así, ya llevamos dos casos. El primero el del smartphone que tiene una memoria de 8 GB, que es única, y de la que solo están disponibles 6 GB (o una capacidad parecida), y el segundo, que supuestamente tiene una memoria de 8 GB, de los cuales una memoria es el Almacenamiento interno, que solo nos deja 1 ó 2 GB disponibles, y una memoria externa, instalada en el propio smartphone, que es de 4 GB.

Pero hay un caso todavía peor que estos. Y es el de los smartphones que tienen Almacenamiento interno, y Memoria interna. ¿No es lo mismo? El significado de las palabras sí lo es, pero lo cierto es que no tienen la misma función. Esta última denominación es la utilizada para la memoria flash, o memoria externa, en aquellos casos en los que no se quiere afirmar que no es una memoria interna. Interesa más decir que es interna, porque así parece que funciona igual que la principal, pero no es cierto. El problema se agrava más en smartphones con mayor capacidad. ¿Por qué? Porque uno compra un teléfono inteligente con memoria de 16 GB, esperando que tenga más que uno de 8 GB, y se encuentra con la misma memoria principal que deja únicamente 1,5 GB libres, y una memoria externa de 12 GB. Se puede almacenar más música, vídeos, y fotos, sí, pero no se pueden instalar más aplicaciones, y el smartphone irá igual de lento, debido a los problemas de memoria.

La Importancia de la Memoria Interna

Y no, no importa la memoria externa. Si tu móvil va lento, es una cuestión de la memoria interna. Allí está instalado el sistema operativo, y todas las demás funciones esenciales del smartphone. Y si va lento, es por un problema en esa memoria. No borres fotos de la tarjeta de memoria, eso no importa, lo que importa es lo que hay en la memoria interna. Por ello, tendrás que localizar elementos que se encuentren en esta memoria y no en la externa, como podrían ser mensajes de texto, eventos del calendario, cualquier cosa que pueda ocupar mucho espacio sin que te hayas dado cuenta. Por ejemplo, un error habitual es el de haber grabado un vídeo sin una tarjeta microSD puesta. Aunque después la hayas puesto, es posible que hayas almacenado un vídeo de alta definición en tu memoria interna sin darte cuenta.

Consejos para Liberar Espacio en la Memoria Interna

Quita la Memoria Externa

Para saber si lo que borras está en una memoria u otra, algo simple es quitar la memoria externa. Al quitar la memoria microSD sabrás que todo lo que aparezca en el móvil está en la memoria interna, y todo lo que elimines te ayudará a que el móvil vaya más rápido. Así puedes localizar fácilmente fotos, canciones o vídeos que pudieras tener almacenados en la memoria interna y que eran muy difíciles de localizar, por estar mezclados con lo que estaban en la memoria externa.

Borra Aplicaciones

Todas las apps que no quieras, elimínalas. Si no las usas, debes desinstalarlas. Incluso aunque estén almacenadas en la memoria externa, estas aplicaciones ocupan espacio en la memoria interna, y desinstalarlas suele ser clave para que todo marche bien. Acudiendo a Ajustes > Aplicaciones y en la pestaña Descargadas, puedes ordenar la lista para que muestre primero las que más ocupan, así podrás saber qué es lo que más te va a ayudar si lo eliminas.

Formatea el Móvil

Llegados a un punto en el que no consigues que el móvil vaya rápido, lo mejor es formatear. Puede que durante muchos meses hayas instalado y desinstalado muchas aplicaciones. Podrías tener incluso un virus, aunque es improbable. O simplemente no eres capaz de dar con la tecla de lo que está consumiendo mucha memoria en tu smartphone. Es una realidad que cada cierto tiempo tienes que formatear tus dispositivos electrónicos para que vuelvan a funcionar como el primer día. Saca todo lo que no quieras perder, y formatea completamente tu móvil. En la mayoría de los Android puedes encontrar esta opción en Ajustes > Copia de seguridad y restablecimiento. En otros, está en la sección de Almacenamiento o incluso Seguridad. Si no lo encuentras, busca en Google cómo restablecer tu smartphone. Y luego, procura instalar solo las apps imprescindibles, así como pasar los archivos más necesarios. Tu móvil funcionará como el primer día.

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