Una vivienda es un edificio cuyo fin es ser habitado, procurando alcanzar el mayor grado posible de bienestar y calidad de vida. Para ello, además de las consideraciones personales, existen cuatro factores básicos importantes a tener en cuenta:
Espacio habitable
Tipo de vivienda
Servicios que recibe
Urbanismo de la zona en la que está ubicada
El espacio habitable es una de los factores clave a la hora de adquirir una vivienda. En función del tipo de vivienda y su superficie disponible, se distribuyen las dependencias, que pueden ser:
Dependencias interiores: cocina, baños, dormitorios, salón… y en algunos casos garaje, trastero, despensa… si los hubiera
- Dependencias exteriores: balcones, terrazas, jardines, patios…
En toda vivienda debe haber una instalación eléctrica que, a través de una serie de componentes y circuitos, suministre la energía eléctrica necesaria y a su vez proteja a los usuarios.
Comenzaremos trabajando primero los conceptos básicos del recorrido que debe realizar la electricidad desde que se genera en una central eléctrica hasta que llega a los usuarios finales.
Como ya hemos visto, el grado de electrificación es la potencia máxima simultánea que puede soportar la instalación. Del cuadro general de mando y protección parten los diferentes circuitos eléctricos de la vivienda.
La potencia máxima consumida será el resultado de sumar las potencias de todos los receptores y electrodomésticos de los que dispone la vivienda.
Para determinar el grado de electrificación de una vivienda se debe calcular la potencia máxima consumida y multiplicar el resultado por el coeficiente de simultaneidad (que suele estar entre 0,4 y 0,7).
Suponiendo una vivienda con 2 televisores, 1 frigorífico, 1 lavadora, 1 horno, 6 lámparas y 1 microondas, calcular el grado de electrificación para un coeficiente de simultaneidad de 0,6
(2 x 300) + 300 + 2000 + 3000 + (60 x 6) + 1100 = 7360
7360 x 0,6 = 4416 W (cantidad de W que puedes pedir simultáneamente)
La potencia que cada vivienda necesita varía mucho según la circunstancias de cada una. Va a depender de:
los tipos de electrodomésticos (todos aquellos aparatos que emiten calor o frío gastan más)
de cómo los utilizamos (por ejemplo, una lavadora en frío utiliza apenas un 10% de su potencia)
de cuántas personas viven en la casa
de cuántos aparatos queremos usar al mismo tiempo.
Contratar potencia de más para una vivienda es un gasto innecesario, pero contratar de menos conlleva no poder hacer una vida normal. Para obtener estimar una cifra apropiada de cuánta potencia contratar, se recomienda sumar la potencia de todos los electrodomésticos de mayor potencia y añadirle 1 kW (1000 W) para iluminación y pequeños electrodomésticos.
Las empresas que proveen de electricidad a las viviendas emiten mensual o bimensualmente (cada 2 meses) una factura en la que se refleja el precio a pagar por la luz utilizada durante ese periodo de tiempo y se desglosa la razón de ese coste.
Una factura puede ser difícil de comprender, vamos a procurar explicar en qué se basan las empresas para hacer ese cobro y cómo nos comunican el gasto realizado en dichas facturas.
La factura de la luz de desglosa principalmente en dos elementos, la potencia contratada (cantidad fija) y la energía consumida (cantidad variable).
En una vivienda y/o edificio podemos encontrar dos instalaciones de agua
red de abastecimiento: es la encargada de suministrar agua limpia y potable a la vivienda (grifos, tomas de agua…)
red de saneamiento: recoge el agua sucia de los desagües.
Red de abastecimiento y distribución
La red de distribución es la encargada de repartir el agua potable a las viviendas.
Captación y almacenamiento: el agua que abastece a las viviendas se acumula en los embalses o pantanos o bien a través del cauce de un río.
Tratamiento: el agua pasa por plantas potabilizadoras para que sea apta para el consumo humano. Se realizan dos procesos: un filtrado de pequeñas sustancias que puede haber en el agua y un tratamiento químico con cloro para eliminar las posibles bacterias que puede haber en el agua.
Transporte: una vez filtrada, el agua se almacena en depósitos en altura. Se toma de depósitos en altura y se transporta a las viviendas a través de una red de tuberías. A lo largo de la red de tuberías hay instaladas bombas hidráulicas que se encargan de bombearla cuando es necesario.
Entrega: a partir de ahí, el agua llega a las ciudades y está lista para ser distribuida por los hogares.
Red de saneamiento
La red de saneamiento es la encargada de llevar a la red de alcantarillado las aguas pluviales y el agua residual que proviene de las viviendas. Una vez en la red de alcantarillado, se lleva a las depuradoras para volver a los ríos.
Instalación de agua en las viviendas
Una vez en la vivienda, la instalación dispone de un circuito de agua fría y uno de agua caliente
Potencia (Vatios)= Voltaje (V) x Intensidad(A)
Energía (Vatios por tiempo)= Potencia(Watts) x tiempo (h)
Voltaje: Es la tensión del cable y significa el volumen de electrones que pasa por la sección de cable.
Intensidad: Es la velocidad a la que circulan los electrones por el cable. (A mayor intensidad mayores pérdidas por calor en el transporte)
ICP: Interruptor de Control de Potencia: Controla que la potencia que demanda el consumidor no exceda de la que ha contratada, si es así se desconecta.
ID: Interruptor Diferencial: Salta cuando hay una desviación y no hay una alimentación de corriente constante y uniforme (el circuito puede estar dañado).
Protege a las personas.
PIAs: Pequeños Interruptores automáticos: Los PIAs son interruptores automáticos magnetotérmicos cuya función es proteger cada uno de los circuitos independientes de la instalación interior de la vivienda, frente posibles fallos en la instalación. Hace lo mismo que el IGA pero para cada circuito (C1, C2, C3, C4 y C5) independiente.
Protege las instalación.
La corriente alterna que llega a nuestros hogares es monofásica.
A cada vivienda llega un cable de la red trifásico de la acometida, que puede ser el marrón, el negro o el gris
El neutro será de color azul y el de tierra verde y amarillo