Técnicas de Entrada al Agua y Primeros Auxilios: Salvamento Acuático y Reanimación Cardiopulmonar

Entradas al Agua: Técnicas Eficaces, Rápidas y Seguras

Las entradas al agua son un componente crucial en el salvamento acuático. La elección de la técnica adecuada depende de varios factores y circunstancias:

Factores Externos

  • Temperatura del agua
  • Visibilidad
  • Profundidad

Circunstancias

  • Con material de rescate
  • Sin material de rescate

Formas de Entrar al Agua

Sin Material

De Pie
  • Para no agravar el estado del lesionado: El técnico se introducirá por el borde con cuidado, sin producir olas y sin golpear al accidentado, siempre que este se encuentre cerca del bordillo. Si está lejos, las precauciones se tomarán a la hora de aproximarse al accidentado.
  • Para ganar o conseguir profundidad: Se hará un picado. Para ello, el cuerpo debe oponer la menor superficie de contacto posible. Tendremos que colocar los pies en posición plantar, el cuerpo erguido, con los brazos a lo largo de este o por encima de la cabeza, con lo que conseguiremos el fin deseado.
  • Para no hundirnos: Ante algunos de los factores externos (profundidad, visibilidad, etc.) y, sobre todo, para no perder de vista a la víctima. En este caso, nuestro cuerpo debe ofrecer la mayor superficie de contacto con el agua. Para ello, los brazos y las piernas deben llevarse abiertos como si se diera una zancada grande y el cuerpo inclinado hacia delante. Al entrar en contacto con el agua, los brazos se cierran hacia dentro y las piernas dan una patada de braza o una tijera con el fin de no hundirnos.
De Cabeza
  • Para ganar rápidamente la superficie: Especialmente en zonas poco profundas, podemos emplear la entrada en carpa o la entrada clásica-tradicional. La entrada en carpa no es una entrada propiamente de cabeza, pues deben entrar los pies antes. El cuerpo se encuentra flexionado y, al tomar contacto con el agua, este se estira, consiguiendo así una entrada con la que no nos hundiremos. En cuanto a la entrada clásica-tradicional, la cabeza entra primero. El cuerpo estirado ofrece gran superficie de contacto con el agua, con lo que no nos hundiremos. En ambos casos, perderemos velocidad.
  • Para ganar profundidad: La entrada que deberemos usar es la de salto de plataforma. Si se realiza desde poca altura, deberemos flexionar el cuerpo en el aire para posteriormente pasar las piernas a la vertical del tronco y así adoptar una forma en punta para ganar la deseada profundidad. Si el salto es desde altura, lo que deberemos hacer es controlar el cuerpo en una posición oblicua e ir ganando la vertical conforme nos acercamos al agua. Los brazos deben ir estirados, rompiendo la superficie del agua y ofreciendo una pantalla que nos protegerá la cabeza.

Con Material

  • Aro salvavidas: Este se debe lanzar entre la víctima y el técnico, lo más cerca posible, pero con cuidado de no golpearle. Una vez lanzado el salvavidas, deberemos saltar con brazos y piernas abiertas para no hundirnos y nadaremos con el material bajo un antebrazo o empujándolo.
  • Brazo de rescate: En este caso, y gracias a que tiene un arnés, además de poder entrar al agua con él bajo la tripa, puedo saltar y soltarlo en el aire, pues siempre lo tendré controlado. Si lo llevo bajo la tripa, las manos se fijan en el centro del material y saltaré al agua con piernas abiertas, el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante y siempre sin perder de vista al accidentado. Si salto con él en la mano, tanto de pie como de cabeza, deberé soltar el material a la vez que se produce el salto, sin olvidar que un enganchón inesperado nos puede provocar una situación de riesgo.
  • Boya torpedo: Con este material, siempre entraré en el agua con él en una mano, cogido por una de sus asas, o bien saltaré con él a la vez que lo suelto en el aire, puesto que, como en el caso anterior, también lleva arnés.

Definiciones Clave en Primeros Auxilios y Emergencias

  • Primeros auxilios: Son el conjunto de medidas urgentes que deben realizarse para ayudar a quien ha sufrido un accidente o una enfermedad repentina, hasta que pueda recibir atención sanitaria profesional en los servicios adecuados.
  • Crisis: Situación que amenaza el equilibrio personal, ya que es un momento decisivo y difícil de un asunto grave.
  • Urgencia: Toda aquella sensación subjetiva de demanda de asistencia sanitaria de forma rápida sentida por un individuo que, objetivamente, puede ser diferida en asistencia al menos 6 horas desde el momento de su aparición.
  • Emergencia: Situación que requiere una asistencia inmediata para mantener la vida del individuo o evitar la aparición de graves secuelas. Requiere asistencia in situ.
  • Desastre: Desgracia grande o fatalidad que alarma a la población y que requiere aumentar los recursos e infraestructuras de atención sanitaria.
  • Catástrofe: Suceso desastroso de gran magnitud que desborda todos los servicios.
  • Sistema de Emergencia: Servicio sanitario destinado a responder a una urgencia médica, supuesta o real, desde el conocimiento de la demanda de asistencia. Compuesto por: centro coordinador de emergencias, servicios prehospitalarios, servicios hospitalarios de urgencia.
  • PCR (Parada Cardiorrespiratoria): Es la interrupción inesperada de la respiración y circulación espontáneas, siendo potencialmente reversible. Esta se puede reconocer al hacer la evaluación inicial del paciente (Valoración Primaria), comprobando si existe o no la respiración y circulación espontáneas.
  • RCP (Reanimación Cardiopulmonar): Se puede definir como el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una PCR, evitando que se produzca la muerte biológica y cerebral por lesión irreversible de los órganos vitales. Tiene como objetivo garantizar el aporte de un mínimo de oxígeno a los órganos vitales (cerebro, corazón) hasta el inicio de la RCP avanzada o la recuperación de la víctima. Es de vital importancia que la RCP se inicie antes de transcurridos seis minutos.
  • Muerte clínica: Se define como la suspensión de las funciones vitales.
  • Muerte biológica: Se caracteriza por la progresiva necrosis de todos los tejidos. Necrosis que, si bien no sucede al mismo tiempo en todos los lugares del organismo, inicialmente afecta a las células nerviosas.
  • Muerte cerebral: Se define como la completa e irreversible necrosis de todo el encéfalo: de los dos hemisferios, del cerebelo y de la estructura troncoencefálica.

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