2. EL SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR. CRECIMIENTO Y DESARROLLO ÓSEO
2.1. El sistema óseo
Estructura anatómica: el esqueleto
La estructura anatómica del sistema óseo posibilita el correcto funcionamiento del sistema óseo-articular. Éste se compone de 208 huesos aproximadamente y de fibra de tejido conectivo que forman los ligamentos y tendones. Los ligamentos unen los huesos entre sí, los tendones permiten la inserción muscular en el hueso.
Podemos clasificar el esqueleto en dos variantes:
Esqueleto axial
Formado por los huesos que se localizan en torno a la línea media del cuerpo constituyendo el eje corporal. Engloba a la cabeza, la columna vertebral, las costillas y el esternón.
– Esqueleto apendicular
: formado por los huesos de las dos cinturas (escapular y pelviana) y los de las extremidades (apéndices) superiores e inferiores.
ESQUELETO AXIAL
1. La cabeza está formada por huesos planos e irregulares que, excepto la mandíbula, se unen entre sí sin posibilidad de movimiento. Dentro de la cabeza distinguimos dos regiones: el cráneo (compuesto por 8 huesos que forman un “estuche” que cierra y protege el encéfalo) y la cara (14 huesos).
2. La columna vertebral está formada por 33 vértebras y constituye el esqueleto axial del cuello y tronco. Su disposición es la siguiente:
7 vértebras cervicales (a la altura del cuello).
-12 vértebras dorsales o torácicas (a la altura del tórax).
– 5 vértebras lumbares (a la altura del abdomen).
– 5 vértebras sacras (fusionadas con el hueso sacro).
– 4 vértebras coccígeas (ubicadas a continuación del sacro y fusionadas entre sí).
La estructura de las vertebras es similar en todas ellas, pudiéndose distinguir las siguientes porciones:
Cuerpo vertebral
. Soporta el peso del organismo. Entre los cuerpos vertebrales encontramos los discos intervertebrales.
– Arco posterior
: anillo óseo hueco unido a la cara posterior del cuerpo vertebral. Por su interior discurre la médula espinal, estructura nerviosa a la cual protege. De este arco salen una apófisis espinosa, dos apófisis transversas y, en el caso de las vértebras dorsales, cuatro apófisis articulares.
En el plano lateral, la columna vertebral posee una forma curvada que le confiere mayor resistencia y se encarga de amortiguar los impactos recibidos. Estas curvas son:
– De concavidad posterior, llamadas lordosis (zona lumbar y cervical) ###129130; en forma de C.
– De concavidad anterior, llamadas cifosis (zona dorsal y coccígea) ###129130; en forma de C en espejo.
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Esqueleto del tórax
“jaula ósea” formada por…
– El esternón, hueso plano y alargado en el que se diferencian tres porciones: el mango/manubrio, las dos primeras costillas y el apéndice xifoides.
– Las costillas, doce pares de huesos curvos que se articulan por detrás con las doce vértebras dorsales. Se dividen en costillas verdaderas (7 primeros pares), costillas falsas (3 pares siguientes) y costillas flotantes (2 últimos pares).
ESQUELETO APENDICULAR
Gracias al esqueleto apendicular superior, las extremidades superiores se unen a la cintura a través de la cintura escapular, formada por clavículas y escápulas.
1. La escápula u omóplato es un hueso triangular localizado en el ángulo supero-externo de la espalda con una cavidad semiesférica en la que se aloja el húmero y una prominencia superior, el acromion.
2. La clavícula es un hueso largo incrustado que, desde el acromion, sigue un trayecto horizontal hasta la porción superior del esternón.
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Huesos de las extremidades superiores
.
– Del hombro al codo: húmero.
– Antebrazo, del codo a la mano: radio y cúbito.
– Mano: tres regiones.
1. Carpo (muñeca): 8 huesos colocados en dos filas
2. Metacarpo (palma y dorso de la mano): 5 huesos metacarpianos
3. Falanges (dedos): 3 falanges en cada dedo, excepto el pulgar que solo tiene dos
En el esqueleto apendicular inferior encontramos la cintura pélvica y los huesos de las extremidades inferiores.
– La cintura pélvica está formada por el sacro y los huesos ilíacos, que se unen por detrás al sacro y por delante entre ellos a través de la “sínfisis del pubis”.
Huesos de las extremidades superiores
1. Fémur: hueso largo que se encuentra en el muslo y va desde la cintura pelviana hasta la rodilla, donde se articula con la tibia.
2. Tibia, que compone la pierna junto con el peroné
3. Peroné
4. Pie: tres regiones
– Tarso (talón aprox.): 7 huesos.
– Metatarso (planta y dorso del pie): 5 huesos.
– Falanges (dedos): 3 falanges en cada dedo, excepto el dedo gordo, que solo tiene dos.
El tejido óseo
El sistema óseo está formado por tejido óseo, el más duro del organismo debido a que el espacio entre las células que lo conforman está totalmente mineralizado por depósitos de calcio y fosfato. En los niños no existe tal rigidez porque éstos todavía tienen una gran proporción de cartílago, lo cual explica que posean gran flexibilidad.
El esqueleto se compone principalmente de huesos largos, encargados de la talla corporal. Estos huesos pueden crecen gracias a unas zonas cartilaginosas cerca de los extremos del hueso llamadas cartílago de crecimiento. La osificación de dichos cartílagos supone el cese del aumento de la estatura, a los 16-17 años en mujeres y a los 18-20 en hombres.
En el tejido óseo existen varios tipos de células:
Ostelolitos
: células maduras.
Osteoblastos
: células “formadoras” de tejido, que permiten la continua renovación de éste.
– Osteoclastos
: células destructoras de tejido.
La osteogénesis (proceso de formación del tejido óseo) hace que las células óseas estén en continua renovación.
Independientemente del tejido que forme el hueso, éste se encuentra rodeado por una envoltura de tejido conjuntivo muy vascularizado llamado periostio, que permite el crecimiento en grosor del hueso.
Los tipos de huesos
La distribución y proporción del tejido óseo compacto y esponjoso depende de las tensiones y fuerzas a las que el hueso será sometido. En función de estas, existen varios tipos de huesos:
Largos
: huesos de las extremidades (fémur, tibia, peroné, húmero, radio y cúbito) y huesos de los dedos. En un hueso largo se distinguen tres porciones (ver imagen página anterior):
1. Epífisis (extremos o cabezas): porciones óseas que articulan con otros huesos y son de mayor grosor que la parte central o diáfisis.
2. Diáfisis
: cilindro hueco de paredes gruesas formadas por tejido óseo compacto en cuyo interior está la médula ósea amarilla.
3. Metáfisis
: zonas intermedias entre la diáfisis y las dos epífisis. En adultos es igual que la diáfisis, en niños se presenta como un cartílago de crecimiento.
Cortos
: tamaño pequeño y forma más o menos cúbica (huesos del carpo y tarso). Están formados por tejido óseo esponjoso rodeado de una capa de tejido óseo compacto. Se localizan en zonas de tránsito del esqueleto, uniendo entre sí los huesos largos de otras porciones.
– Planos
: son delgados y aplastados, de superficie generalmente amplia (cresta ilíaca, esternón…). Están formados por dos placas de tejido óseo compacto entre las que se distingue una capa media de tejido óseo esponjoso. Protegen estructuras y órganos vitales.
Irregulares
: poseen diversas formas (vértebras, huesos de la base del cráneo y la cara…).
Funciones del sistema óseo
–
Mecánica (relativa a su participación en el aparato locomotor): soporte de estructuras corporales, inserción muscular y protección de órganos vitales.
– Metabólica
: el hueso interviene en el mantenimiento de los niveles de calcio del organismo, acumulándolo cuando sus niveles son altos y líberándolo cuando el organismo lo necesite.
– Hematopoyética
: en la médula ósea roja (tejido óseo esponjoso) se producen las células sanguíneas.
2.2. El sistema articular
La estructura anatómica del sistema articular también posibilita el correcto funcionamiento del sistema óseo-articular. La articulación es la zona de contacto o el punto de uníón entre dos huesos, que no se encuentran en contacto directo sino revestidos de tejido conjuntivo.
Tipos de articulaciones en función de su grado de movilidad
Sinartrosis
: fijas, no permiten ningún tipo de movimiento entre los huesos que la conforman. Ejemplos: articulaciones de la cabeza.
Anfiartrosis / articulaciones semi-móviles / sínfisis
: grado limitado de movimiento. Entre las superficies articulares de los huesos hay un tejido fibrocartilaginoso. Ejemplos más carácterísticos: sínfisis del pubis y articulaciones intervertebrales.
Diartrosis / articulaciones sinoviales
: estructura muy desarrollada que permite movimientos amplios.
Las superficies articulares están separadas por una cavidad articular. Los elementos que forman parte de este tipo de articulación son:
– Cartílago articular
: cartílago hialino que recubre los extremos óseos. Con la edad va disminuyendo en grosor y si degenera ocasiona artrosis.
– Cápsula articular
: delimita la cavidad articular uníéndose a los dos huesos. Posee dos capas, una fibrosa externa y otra formada por membrana sinovial, que segrega el líquido sinovial que ocupa la cavidad articular con función nutritiva y lubricante.
– Ligamentos interiores
: unen los cartílagos de articulación de ambos huesos. No existen en todos los cartílagos sinoviales.
– Meniscos intraarticulares
: fibrocartílagos libres en el interior de la cavidad articular. Ej: rodilla. Tampoco existen en todas las articulaciones.
Tipos de articulaciones SINOVIALES en función de su morfología (forma)
– Planas: permiten el deslizamiento. Ej: entre los huesos del carpo y del tarso (huesos cortos).
– Esferoidales o cotiloideas: son las más móviles y permiten todo tipo de movimientos. Ej: cadera y hombro.
– En bisagra o trocleares: permiten movimientos en un solo plano. Ej: rodilla, codo y tobillo.
– Trocoides: rotación en torno a un eje vertical mayor. Ej: articulación radiocubital proximal.
Funciones de las articulaciones
– Plasticidad y elasticidad del esqueleto.
– Amortiguación de fuerzas reactivas que inciden en el cuerpo (ej: impactos).
– Uníón o relación de huesos entre sí.
– Movimiento articular.